Há dois dias no jornal La Jornada um artigo informava que Mario Benedetti, escritor uruguaio de 89 anos tinha sido hospitalizado em Montevideo. Ora quando se é hospitalizado aos 89 anos o prognóstico dificilmente é bom.
Ontem a notícia saía também no El Universal que acrescenta que o estado do escritor é delicado.
Claro que não se relaciona a notícia com todas as outras de qualquer dos jornais, a gripe suína ainda não chegou ao Uruguai, pelo menos que se saiba. A minha preocupação não é essa.
Tenho a teoria de que um humano está preparado para sobreviver a um determinado número de adversidades da vida e que, chegando a esse limite, o corpo diz "Basta". Seguindo esta linha de raciocínio dir-se-ia que os humanistas como Mario Benedetti teriam, então menos tempo de vida que o comum dos mortais e que todos os desumanos que ainda vivem neste mundo (egoísticamente são-me indiferentes os outros mundos). No entanto, alguns humanistas parecm ser dotados de uma resistência excepcional e, mais uma vez no meu egoísmo, gostaria que Mario Benedetti tivesse mais um bocadinho de resistência, afinal, ele é um dos poucos velhos latino-americanos que, até que faleça, eu terei a esperança e o verdadeiro desejo de um dia conhecer.
Para quem não conhece Mario Benedetti recomendo a Wikipedia em português ou, melhor ainda em castelhano.
Nasce no Uruguai a 14 de Setembro de 1920. Até 1973, altura em que o golpe de estado o obriga a exilar-se participa em vários movimentos progressistas e consagra-se como escritor comlivros como Esta mañana e La trégua. O exílio durará 10 anos, tempo que passará na Argentina, Perú, Cuba e Espanha. Em 1983 volta ao Uruguai onde vive actualmente e continua as suas actividades de escritor e humanista. Publicou mais de 40 livros que foram traduzidos a 20 idiomas.
Deixo-vos qualquer coisinha de poesia deste senhor que também é um senhor na prosa.
Desde Los Afectos
¿Cómo hacerte saber que siempre hay tiempo?
Que uno sólo tiene que buscarlo y dárselo.
Que nadie establece normas salvo la vida.
Que la vida sin ciertas normas pierde forma.
Que la forma no se pierde con abrirnos.
Que abrirnos no es amar indiscriminadamente.
Que no está prohibido amar.
Que también se puede odiar.
Que el odio y el amor son afectos.
Que la agresión porque sí, hiere mucho.
Que las heridas se cierran.
Que las puertas no deben cerrarse.
Que la mayor puerta es el afecto.
Que los afectos nos definen.
Que definirse no es remar contra la corriente.
Que no cuanto más fuerte se hace el trazo más se dibuja.
Que buscar un equilibrio no implica ser tibio.
Que negar palabras implica abrir distancias.
Que encontrarse es muy hermoso.
Que el sexo forma parte de lo hermoso de la vida.
Que la vida parte del sexo.
Que el "por qué" de los niños tiene un por qué.
Que querer saber de alguien no es sólo curiosidad.
Que para saber todo de todos es curiosidad malsana.
Que nunca está de más agradecer.
Que la autodeterminación no es hacer las cosas solo.
Que nadie quiere estar solo.
Que para no estar solo hay que dar.
Que para dar debimos recibir antes.
Que para que nos den también hay que saber como pedir.
Que saber pedir no es regalarse.
Que regalarse es en definitiva no quererse.
Que para que nos quieran debemos demostrar qué somos.
Que para que alguien sea hay que ayudarlo.
Que ayudar es poder alentar y apoyar.
Que adular no es ayudar.
Que adular es tan pernicioso como dar vuelta la cara.
Que las cosas cara a cara son honestas.
Que nadie es honesto porque no roba.
Que el que roba no es ladrón por placer.
Que cuando no hay placer en las cosas no se está viviendo.
Que para sentir la vida no hay que olvidarse que existe la muerte.
Que se puede estar muerto en vida.
Que se siente con el cuerpo y la mente.
Que con los oídos se escucha.
Que cuesta ser sensible y no herirse.
Que herirse no es desangrarse.
Que para no ser heridos levantamos muros.
Que quien siembra muros no recoge nada.
Que casi todos somos albañiles de muros.
Que sería mejor construir puentes.
Que sobre ellos se va a la otra orilla y también se vuelve.
Que volver no implica retroceder.
Que retroceder también puede ser avanzar.
Que no por mucho avanzar se amanece cerca del sol.
¿Cómo hacerte saber que nadie establece normas salvo la vida?
- Mario Benedetti